VISITACIÓN DE MARÍA

MARÍA VISITA A SU PRIMA STA. ISABEL:
El día 31 de Mayo celebramos la fiesta de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel.

En el Evangelio de este día (Lc 1, 39-56) se nos narra el acontecimiento del encuentro de la Virgen María y su prima Santa Isabel. Ambas comparten la alegría de haber sido partícipes de las maravillas de Dios en sus vidas.

La Virgen María ha sido agraciada, el día de la Anunciación, con el mensaje del Angel Gabriel, en el cual le comunica que Dios ha mirado la humildad de su esclava y se ha fijado en Ella para ser Madre del Altísimo, el Hijo de Dios. Ella no se queda ensimismada, pensando en este don recibido, sino que sale en camino, convirtiéndose Ella misma en don para los demás. María "se transforma en el modelo de quienes en la Iglesia se ponen en camino para llevar la luz y la alegría de Cristo a los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos" decía San Juan Pablo II en la audiencia general del 2 de octubre de 1996.

Enterada, la Virgen María, por el anuncio del ángel, del embarazo de su prima, asiste presurosa a su casa para acompañarla en estos momentos y, Santa Isabel, saliendo también de sí misma y ante el salto de júbilo del hijo de sus entrañas, Juan Bautista, dice a María: "Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre", frase que le repetimos cada vez que nos dirigimos a Ella con el Ave María.

EL ICONO DE LA VISITACIÓN Y LAS SIERVAS DE MARÍA: 

Esta  salida de María al encuentro de su prima Santa Isabel, es icono de referencia para las Siervas de María en la visita y asistencia a los enfermos en su propio domicilio. Como dijo Pablo VI en la homilía de canonización de Santa Mª Soledad Torres Acosta, nuestra Fundadora: "No es el prójimo que sufre que va en busca de alguien que lo asista..., es el ángel de la caridad, la Sierva voluntaria, quien va en busca de él, a su casa, al lugar de sus afectos y de sus costumbres, donde la enfermedad no le ha privado del último bien que le queda: su individualidad y su libertad".